Queremos dejar una huella positiva en cada lugar al que llevemos el deporte por eso buscamos dartes los consejos ideales para que puedas conocer ¿cómo cuidar tu terreno de juego?
Sabemos que el deporte es bueno para la salud. Pero, ¿es bueno para el medio ambiente? Entre la Copa Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos y los desastres ecológicos que a veces siguen, a veces surge la pregunta. Sin embargo, en nuestro humilde nivel de deportista aficionado, a veces existen soluciones muy sencillas para combinar deporte y medio ambiente.
• Caminar (siempre que se respete la fauna y la flora circundantes)
• Correr (practicarse idealmente en la ciudad o en medio de la naturaleza, sin infraestructura dedicada)
• Nadar (pero en aguas abiertas, menos en estructuras construidas a tal efecto)
• Deportes acuáticos (siempre y cuando optas por equipos de vela, no motorizados, claro)
• Ciclismo (pero no nos montamos en los erizos, por favor)
El aumento de la temperatura será en realidad mucho más fuerte, hasta el punto de cambiar drásticamente las condiciones de vida en la tierra e incluso hacerlas inhabitables en algunos lugares.
Y desde el punto de vista deportivo, ¿qué consecuencias?
El esquí parece ser el deporte más directamente amenazado por el calentamiento global, en realidad el espectro es mucho más amplio. El aumento del nivel del mar y la erosión de las playas, por ejemplo, dificultarán la práctica del surf. Un deporte tan popular y de fácil acceso como el running se vuelve inmediatamente más difícil de practicar cuando se trata de correr a temperaturas superiores a los 30°C.
¿Y qué hay de la escalada en glaciares? ¡La Mer de Glace pierde 30 m de longitud cada año!
El impacto del calentamiento global en la biodiversidad también tiene consecuencias para nuestros hábitos deportivos: el senderismo o incluso el buceo tendrán mucho menos atractivo sin una variedad de animales y plantas.
Como deportistas debemos proteger nuestros lugares de práctica, por eso tenemos la responsabildiad de tener un impacto beneficioso en el mundo, reciclando, reutilizando y apreciando. Hoy en día nuestra sociedad se basa en el consumismo, sin embargo, las estrategia De Segunda permiten salvar y respetar el medio ambiente y darle un segundo uso a un artículo que está en perfecto estado.
Si tomamos las 3 partes principales de nuestra huella de carbono, ¿qué podemos implementar?
- Vivienda : para consumir menos electricidad y menos agua, podemos favorecer los electrodomésticos menos voraces cuando ya no se pueden reparar y se ha hecho necesario reponerlos. También puedes reducir tu consumo eléctrico gracias a las bombillas LED, desenchufando tus electrodomésticos después de usarlos o bajando un poco la calefacción. Incluso puedes ir más allá renovando tu hogar.
- El transporte: el carro individual es un factor de contaminación importante. Puedes utilizar la bicicleta, especialmente para trayectos inferiores a 5 km, o el transporte público: tren, metro, autobús, coche compartido. Para salidas largas, prefiera el tren al avión. Y luego, puede revisar su plan de vacaciones en avión: viaje más tiempo, pero con menos frecuencia.
- Alimentos : lo que produce mucho óxido nitroso y por lo tanto muchos GEI es la producción de productos animales y principalmente carnes rojas. Puedes reducir tu consumo. Comer local y de temporada también permitirá reducir el transporte alrededor de los productos consumidos.
¡Los gestos ecológicos están incluso invitados en tu plato! En términos de recuperación deportiva y nutrición, también hay mucho que hacer para reducir el impacto ambiental. Esa granola que tanto te gusta, por ejemplo la puedes cocinar tú mismo, al igual que estos pequeños snacks pensados para darte un empujón a mitad de la bici.
En general, al repensar su consumo localmente y cero desperdicio cuando sea posible, puede reducir su impacto ambiental. ¿El mosto del mosto? Opta por una transición a una dieta vegetariana o vegana (sí, sí, es posible, siendo atlético). De hecho, hasta la fecha, es la dieta con el menor impacto en el medio ambiente .
