Día mundial de la Tierra: ¿Cómo está nuestra Pachamama?

El mismo informe de la WMO, lista un seguido de riesgos e impactos directos, provocados por dichas alteraciones del clima. Algunas de ellas son:

Incremento de la pobreza e incremento de desigualdades, ligada a la crisis alimentaria.
Crisis alimentaria y nutricional: se ha más que duplicado, de 135 millones de personas antes de la pandemia de COVID-19 a 333 millones de personas en 2023.
Problemas de salud, a causa de la aparición de nuevas enfermedades o la presencia de enfermedades de otros países en regiones que no existían, por la migración de biodiversidad.
Escasez de agua, debido a la alteración del clima y pérdida de épocas de lluvia.
Empeoramiento de infraestructuras, también provocado por el clima extremo.
Desplazamientos forzados: la gente se verá obligada a abandonar sus hogares por inundaciones, nuevas epidemias, falta de alimentos…
Colapso de ecosistemas y pérdida de biodiversidad, ya que aquellos más débiles o que les cueste más adaptarse a las nuevas condiciones no lograrán sobrevivir.
Auge de conflictos armados, debido al aumento de tensiones entre países y lucha por la supervivencia.

En Colombia, como en cualquier país del mundo, estamos siendo testigos de las consecuencias del cambio climático, y lo hemos visto sobre todo reflejado en:

Pérdida de nieve en nuestros nevados. Según información de la SIAC, desde mediados del siglo XIX los glaciares colombianos han perdido el 90% de su cobertura. La extinción de 8 nevados durante el siglo pasado permite visualizar el posible futuro de los últimos 6 nevados restantes. En resumen, el área glaciar de Colombia se redujo de 350 km2 a mediados del siglo XIX a 36.1 km2 en el año 2019.
En concreto, el Volcán Nevado Santa Isabel presenta la mayor preocupación debido a que en los últimos 4 años su área glaciar se redujo un 50 %.
Aumento de incendios en el país. Según la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) ​En lo que va del 2024, se han registrado 939 incendios en todo el país.
Bajos niveles de agua en nuestros sistemas hidráulicos. Estamos pasando por los peores momentos en términos de escasez de agua. Los embalses están prácticamente vacíos. Hablando en concreto de la capital del país, sabemos que el 70% de la población se abastece del agua proveniente del sistema de Chingaza, el cual se encuentra a un 16% de su capacidad. Es por eso, que desde la alcaldía de Bogotá se han activado ya medidas de restricción de agua, con cortes por zonas de 24h.   
Mala calidad del aire. Según el IQAir, cerramos el año 2023 en la posición 75 sobre los 134 países totales del mundo, con peor calidad del aire. El puntaje promedio fue de 55, en una escala de 0 a 301+, estando dentro de la categoría de “moderado”.

Uno nunca es consciente de todo lo que puede llegar a aportar al global, y es mucho más de lo que pensamos. Estas son algunas de las que te sugiero:  

Ahorrar agua (por ejemplo, realizar duchas más breves, no dejar abierta la llave del agua mientras uno se cepilla lo dientes, recoger el agua fría que sale al inicio de la ducha en un balde mientras se calienta…) y luz (por ejemplo, no dejar los aparatos eléctricos enchufados si no están siendo usados o no prender la luz si es necesario).
Reciclar nuestros desechos de manera correcta.
Evitar usar transporte privado o público que contamine en tus traslados.
Participar en actividades sostenibles como: plogging o siembra de árboles responsable (especies locales y que aseguren un mantenimiento post siembra).
Comprar y fomentar la adquisición de productos de segunda mano, promoviendo un consumo responsable y consciente.
Intentar no usar tantas bolsas de plástico, sino llevar siempre una de tela o reutilizable.
Evitar el uso/compra de productos en presentación de aerosoles.


En Decathlon tenemos un gran proyecto de sostenibilidad y economía circular, del cual puedes formar parte de manera activa: