Deporte y alimentación

Para funcionar, nuestro cuerpo necesita el combustible que se encuentra en nuestro plato. Junto con la práctica deportiva, la necesidad de energía será aún más importante. En pocas palabras, nuestro cuerpo responde a la ecuación (energía consumida - energía gastada)!

En realidad, ¡los alimentos que “engordan” o “bajan de peso” no existen! Se trata sobre todo de las necesidades energéticas de su cuerpo, en función de su nivel de actividad y de su progreso deportivo. ¿Y qué si quieres perder peso? ¿Construir músculo?

A largo plazo, dos factores principales influyen en el peso: lo que come y su nivel de actividad física (ya sea intensa o no). Engordamos cuando ingerimos más calorías de las que gastamos y, por el contrario, adelgazamos cuando ingerimos menos calorías de las que necesitamos. Pero como todos somos diferentes, debemos adaptar nuestra dieta a nuestras necesidades y nuestros objetivos. ¿Debo comer más? Menos ? ¿Estoy recibiendo suficiente proteína?

Con estos consejos vas a poder tener una mejor relación con la comida y así tener mayor rendimiento económico.

Tu objetivo personal define cómo debes ajustar esta balanza:

Para ganar masa muscular: Necesitas un superávit calórico. consumir más calorías de las que quemas para darle a tu cuerpo el material necesario para construir músculo. Aquí, la pregunta clave es: ¿estoy consumiendo suficiente proteína de calidad?

Para perder peso (grasa): Debes crear un déficit calórico, es decir, quemar más calorías de las que ingieres. De esta forma, tu cuerpo recurrirá a sus reservas de grasa como fuente de energía.

No se trata de comer más o menos al azar. Se trata de comer de forma inteligente. Cada persona es un mundo, y tu plan nutricional debe adaptarse a tu nivel de actividad, tu metabolismo y, sobre todo, a tu meta final. ¿Estás listo para alinear tu plato con tu objetivo?