1. Busca el deporte que te apasiona
No hay nada que desmotive más que practicar un deporte que no nos gusta o con el cual no nos sentimos cómodos, necesitamos algo que nos rete y nos incentiva a practicarlo constantemente.
Para poder elegir tu deporte ideal, primero responde estas preguntas ¿qué te gusta?¿Qué no te gusta? ¿Te gustan los deportes al aire libre o en espacios cerrados? ¿Solo, contra tu oponente o con un equipo?
En segundo lugar, tienes que definir ¿por qué quieres hacer deporte?, ¿con qué objetivo? Esto te va a permitir establecer un objetivo claro que te motive diariamente y así poder construir un hábito. La parte más difícil no es necesariamente empezar, sino… continuar.
Entonces, empieza lento, y concéntrate en lo divertido que es empezar, disfruta tu proceso y sobre todo, escúchate a ti mismo: sin duda encontrarás el equilibrio adecuado entre tus límites y satisfacciones e incluirán el deporte en tu día a día.