La alimentación además de ayudarte con el rendimiento físico y la estabilidad de tu cuerpo.
Aunque no sea un alimento muy atractivo a la vista, las sopas, sobre todo a bases de vegetales y pollo, son esenciales para combatir el frío y mantenerte hidratado sin necesidad de agregar una gran carga calórica a tu dieta, por lo que puedes consumir una sopa pequeña antes de cada comida.
Cuando tu cuerpo siente frío intenta regular la temperatura y por ende tiene un gasto energético de carbohidratos alto, es por esto que la ingesta de grasas y calorías debe ser mayor. En este caso la comida de mar y los diferentes tipos de pescado contienen grasas saludables, como el omega-3 que te ayudarán a alimentarte sin ganar peso.
Si regularmente consumes frutas, en el invierno es importante hacer de ellas un aliado esencial y si no son de tu preferencia por los azúcares que contienen, puedes elegir entre varias opciones como el melón y el jugo de naranja, que además de brindarte hidratación, te darán pequeñas calorías y grandes vitaminas para reforzar tu sistema inmune.
En esta temporada es entendible que el cuerpo no nos pida tanta agua, es por eso que las infusiones y los tés calientes son claves para estar hidratado y caliente al mismo tiempo. Además de estos beneficios, estas bebidas evitarán y ayudarán a solventar las congestiones del tracto respiratorio.
Por último, recuerda que lo más importante está en mantenerte saludable y satisfecho con tu alimentación además de asesorarte con un profesional, para así complementar tu dieta y vivir esta temporada con tranquilidad y con toda la disponibilidad de salir a entrenar.
