Te cuento cuál fue mi experiencia usandolo
¿Te gusta medirte con cronómetro y romper tus propias marcas? Bueno, te sentirás identificado.
Mis primeros pasos en la natación, fueron en un ámbito mucho más social. Piscinas de conjunto, fincas, etc. En las que siempre surgía el mismo comentario: ¿Una carrerita o qué? Es en ese momento que te entregas a la competencia y lo das todo a esos pocos metros, y cuando ya eres el mejor nadador en tu círculo, siempre tendrás un rival a vencer: TÚ MISMO.
Empecé a conocer las piscinas olímpicas, donde las largas distancias ponían a prueba mi resistencia, y cada vez quería reducir segundos a mis tiempos.
Es allí donde decidí probar el paracaídas de natación, y con un ajuste muy sencillo de aplicar, tomé impulso y comencé a nadar.
El cambio se siente de forma inmediata, porque sentí la alta resistencia que opone el paracaídas. Los entrenamientos se volvieron más fuertes, pero mucho más motivantes, porque sabía que mi récord en tiempo, iba a ser prontamente superado.
Solamente algo te puedo garantizar: si te acostumbras al entrenamiento con esta resistencia, al momento en que lo remuevas, serás un velocista acuático.