1. Plantéate un objetivo
Definir objetivos claros y sencillos al retomar cualquier práctica deportiva nos ayuda a identificar las pequeñas victorias y los grandes beneficios, la natación no es la excepción y al poner este consejo en práctica será más fácil adquirir constancia en los entrenamientos y alcanzar buenos resultados.
¡Anímate y decide qué te gustaría lograr! Acá van algunos ejemplos de las metas que te puedes plantear: perfeccionar tu técnica, incrementar tu velocidad y resistencia, despejar tu mente y tener un mejor estado de ánimo, ser más saludable.