1. Con calma no hay afán
Es verdad que la emoción al comenzar con un deporte nos hace practicarlo frecuentemente, pero hay que tener cuidado porque todo en exceso es malo. Sin importar si eres un experto o si apenas estás iniciando en la natación, sé constante con el ritmo, este consejo puede evitarte calambres, cansancio general, problema de columna o lesiones musculares que pueden terminar mal. Así que tómate tu tiempo y goza a tu propio ritmo, el agua va a estar siempre en el mismo lugar.