1. Busca el deporte que te apasiona
No hay nada que desmotive más que practicar un deporte que no nos gusta o con el cual no nos sentimos cómodos, necesitamos algo que nos rete y nos incentiva a practicarlo constantemente. Para poder elegir tu deporte ideal, primero responde estas preguntas ¿qué te gusta?¿Qué no te gusta? ¿Te gustan los deportes al aire libre o en espacios cerrados? ¿Solo, contra tu oponente o con un equipo?
En segundo lugar, tienes que definir ¿por qué quieres hacer deporte?, ¿con qué objetivo? Esto te va a permitir establecer un objetivo claro que te motive diariamente y así poder construir un hábito. La parte más difícil no es necesariamente empezar, sino… continuar.
Entonces, empieza lento, y concéntrate en lo divertido que es empezar, disfruta tu proceso y sobre todo, escúchate a ti mismo: sin duda encontrarás el equilibrio adecuado entre tus límites y satisfacciones e incluirán el deporte en tu día a día. Hacer deporte en casa también puede consistir en una pequeña serie de ejercicios, que te tomarán 10 minutos o menos cada mañana, justo antes del desayuno.
“No necesitas dispositivos sofisticados”, continúa la educadora. Una botella de medio litro, llena de agua, en cada mano con los brazos extendidos, te ayuda a tonificar tus bíceps”.