Alguna vez alguien me dijo que recorrer montañas es una mezcla de amor y odio, y esto cobra sentido en viajes como este, donde se sufre, se superan.
Recorrer montañas es un privilegio que supone un gran reto físico y mental, en este post te comparto mis recomendaciones y mi experiencia recorriendo unas de las montañas más altas, exigentes y bellas de Antioquia.
Ubicados en la cordillera occidental, en los departamentos de Antioquia y Chocó, su cumbre el cerro San Nicolás se alza con 4.020 msnm. Cuenta con bosques húmedos de montaña y páramo, una gran diversidad de flora y fauna, y en general clima frío que ronda los 10°C.
Recuerda que todo viaje puede enriquecerse a través del asombro, te invito a descubrir más del tema en este post
Ya que se duerme en la montaña vamos a necesitar un morral de 50 litros o más, carpa impermeable, sleeping de mínimo 10 grados y aislante; para la comida menaje, hornillo y gas; calzado y medias apropiadas para las condiciones y la duración del viaje, recomiendo llevar botas pantaneras y calzado de montaña; en cuanto al textil necesitaremos textil transpirable para la mayor parte del recorrido, textil cálido para el campamento en la noche y textil impermeable en caso de lluvia o de viento y/o bajas temperaturas. Es importante elegir muy bien el equipaje, pues, lo vamos a llevar encima durante muchas horas y en condiciones de terreno muy difíciles, acá cada gramo cuenta.
Son 3 días de recorrido, en la noche previa al día 1 nos hospedamos en una vivienda local del corregimiento de Farallones que hace parte del municipio de ciudad Bolívar, estos junto al guía local y la comida de los primeros días lo gestionó @montunoturismo qué fue la agencia con la que viajamos.
Día 1
Salimos muy temprano en vehículo campero que nos llevó al punto de partida, era relativamente cerca de donde nos hospedamos, en el camino pasamos por la casa de una habitante del corregimiento que nos preparó el desayuno y el fiambre (almuerzo) del día 1; el recorrido fue de más de 8 horas por senderos muy estrechos y de alta pendiente, desayunamos en el camino y almorzamos justo al llegar al campamento base donde armamos nuestras carpas y pasamos la noche.
Día 2
También salimos muy temprano y esta oportunidad con un morral pequeño o de asalto, en mi caso llevé una riñonera forclaz de 7L con capacidad para hasta 3 botellas de agua, en esta llevé un buzo polar, una chaqueta impermeable quechua y algo de comida para la jornada; el camino era aún más cerrado, tal como en el día uno se recomienda ir a un ritmo moderado y constante, el mismo cuerpo se encarga de dictar el ritmo; en esta parte están las mejores vistas y aunque el objetivo es disfrutar el recorrido, alcanzar la meta trazada brinda una bella recompensa. Posteriormente regresamos al campamento, preparamos la comida que llevamos y pasamos la noche nuevamente en la bella montaña.
Día 3
Desmontamos campamento y emprendimos el regreso, acá las altas pendientes exigen ir con precaución en el descenso, al llegar al punto de partida después de varias horas de recorrido, disfrutamos de una quebrada y luego abordamos el campero que estaba esperándonos, recogimos nuestras cosas en Farallones y regresamos a Medellín.
Al final todo el esfuerzo se justifica en momentos y recuerdos increíbles, recorrimos y apreciamos una imponente montaña por nuestros medios, amamos, sufrimos y lo logramos; sin embargo, es algo difícil de entender con solo leerlo, así que te invito a emprender ese viaje deseado, que bien podría ser a los Farallones del Citará.
Espero que esta información te sea útil y te motive a viajar, pues el camino nos espera.
Decathlon Colombia
