¿Cómo aporta al desarrollo de los niños el deporte y el juego?

A partir del movimiento motriz, recibimos una respuesta sensorial, como al acercar la mano al fuego sentimos la temperatura. Esto permite entender el mundo inmediato, empezar a sentir y ante todo explorar,  permite un sin fin de experiencias desconocidas en la niñez, aunque comunes en la adultez. A partir de esta exploración afianzamos desde las primeras etapas de vida la seguridad de movernos con el mundo que nos rodea, de experimentar, retarnos, intentarlo una y otra vez, sin miedo al error, solo la convicción de llegar el objetivo logrando un aumento significativo de la autoestima.

Por supuesto que no, la interacción con los compañeros de juego, de entrenamiento y la aplicación de reglas mejora el carácter, el trabajo en equipo, la cooperación y la comunicación interpersonal. La actividad física, el juego y el deporte tienen grandes beneficios en múltiples factores, que aunque el deporte siempre estará presto a brindarnos sus privilegios, hacerlo desde temprana edad marca un impacto muy alto en el desarrollo tanto físico como mental, creando pequeños gigantes con altas capacidades para abrirse al mundo.